13 de julio de 2011

Lo siento :(

Reemplazar el brillo de tu sonrisa por un simple capricho, es como cambiar mi felicidad por la más dura de las torturas.
Cada día que pasa me siento peor al rechazarle, y no creas que su ausencia me satisface mucho más, porque aunque suene y sea, un tanto egoísta, prefiero hablar con él y sentirme incómoda, que no hablar con él y estar preocupándome hasta que me estalle la cabeza.
Yo le quiero, pero el debe comprender que para mí es solo un amigo sincero, fiel y leal, en el que me puedo apoyar cuando tengo un problema. Sin embargo, no quiero que malinterprete mis gestos, porque lo último que quisiera sería hacerle daño.
Nunca me había enfrentado a un problema así, y creo que es una de las cosas más duras que he hecho en mi vida. No quiero que sufra y menos por mí, pero sé, que si le doy esperanzas, al final él va a acabar peor, y esa no es mi intención.

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